Salimos del aeropuerto, la oficina de turismo está justo enfrente y tiene información en castellano.
Hay que pillar los planos de metro y ferrocarriles urbanos.
A la izquierda están las oficinas del JRPass, por si procede.
A la derecha la línea Keisei y la JR.
Elegimos ir en el tren normal de la Keisei (LOCAL) por solo 1000 yenes en lugar de los más de 3000 que valen los trenes más rápidos.
Vamos a IKEBUKURO: Keisei hasta UENO (Y1000) + JR Yamanote hasta Ikebukuro (Y100)
En el tren TODO el mundo mirando la pantallita del móvil, mandando mensajes o haciendo lo que sea, mochi, mochi...
Nos recomiendan el Hotel Sakura Ikebukuro. Es barato, pequeño y escaso. Casi un albergue. Está lleno de gente occidental y unos veinte años menores.
El personal de recepción habla muy buen inglés, cosa que resultará, con el paso de los días, toda una novedad.
Las habitaciones son pequeñas, las maletas no caben, y esto será una constante de los alojamientos del país. Los baños son unos módulos de plástico prefabricados, con super bañeras, el agua caliente escalda.
Ikebukuro es una de las ciudades que forman el anillo del gran Tokyo.
El anillo lo viene a dibujar la Yamanote Line que es muy útil para moverse por la tripa de la bestia.
En sentido horario: Más o menos -5 Ikebukuro; + 5 Ueno; + 15 Tokyo; +35 Shibuya; +45 Shinjuku. Nada está a más de media hora por la Yamanote de Ikebukuro y por eso, aunque la zona no es muy allá, sí que está bien situada.
La opción para moverse es sacar una tarjeta de prepago (Suica) que es más un monedero porque en muchas tiendas 24h te vale para pagar por lo que se convierte en un chollo para no andar liado con las monedas. En las estaciones de tren y metro hay máquinas que las venden.
Decido pasar el jet lag a la brava por lo que no me meto a la cama a las tres de la tarde y decido salir a pasear mi cuerpo serrano por la city.
Voy a Shibuya porque: 1) está a diez minutos de Ikebukuro por la Yamanote Line, 2) está el cruce de peatones de las películas, 3) está la estatua del perro Hachiko, 4) tengo una guía que dice que hay wifi gratis por ahí (y es mentira, en Japón no hay wifi gratis) y 5) están las masas y la extravagancia, y necesito despersonalización.
La salida a todo esto es fácil Hachiko Gate.
Y das al cruce y das al perro y a la zona de fumadores que lo rodea, se ve que ambos tienen en común algo. Y a las masas.
Lo de fumar. En Japón fumar no perjudica seriamente la salud ni cosas de esas. Se fuma mucho. En todos sitios excepto caminando por la calle. Eso está prohibido. Me dicen que es por el peligro que supone para los demás que lleves un cigarro encendido en la mano (¿?). No sé, lo que sí sé es que en la calle hay espacios para fumadores con sus ceniceros y tal y que la gente llega a esos templos y fuman compulsivamente varios cigarrillos y siguen su marcha. Bonito ¿no?Hay varias calles bastante comerciales pero mi cuerpo no parece compatible con todo esto y me dirijo andando hacia el norte hacia Yoyogi Park.
Nada, diez minutos andando tranquilo.
Ahí está la entrada sur de Yoyogi Park (2+). Es una verdadero bosque con árboles impresionantes. Parece increible que apenas a unos minutos del bullicio de una ciudad extrema haya un sitio con tanta belleza y sobre todo CON TANTA CALMA. Te puedes perder, no porque sea muy grande, sino porque en el silencio el espacio es infinito.
Me reconcilio con mi equilibrio psíquico.
En el centro está el Meiji Jingu (2+).
Es un santuario Shintoísta. Muy, muy visitado.
Primer contacto con toda la simbología shinto tan sumergida en la naturaleza. Independientemente de lo que la mitología o wikipedia pueda aportar, lo que me llega es como un poner la atención hacia el medio. No dejas de pensar, cuando ves estós árboles, los miles de gentes que durante cientos de años han estado donde tu estás y al revés, lo que habrán visto estos "grandes seres".No sé, a lo mejor no es esto, pero me da igual, es como el arte abstracto, me gusta porque me abstrae y tiene una gran fuerza evocadora. Me basta.
A las seis de la tarde es de noche y al hotel a dormirla.
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