25. Volviendo (y 26). Parando (27)

Kanazawa > Echigoyuzawa > Tokyo y ahí a Nippori, al cementerio donde empezó el viaje porque...






La agencia metereológica había determinado que la floración oficial del cerezo en Tokyo había sido hace seis días. Parece que habían salido varios funcionarios con uniforme a contar las flores abiertas en los cerezos y cuando comprobaron que había al menos una docena de media, habían informado que YA.

Y empieza la temporada de picnic debajo de los cerezos, aunque nieve.
Aquí en el cementerio las fiestas eran de aúpa, nada de esa imagen de la familia con la tortilla, no, mucho alcohol entre las tumbas de los antepasados bajo las flores del cerezo.
Suena a poema de Bertolt Brecht en una cervecería.
Me acordaba del cementerio donde está enterrado Kierkegard
en Copenague. La gente se iba a pasar la tarde a tomar el sol entre las tumbas. Aquí, a más de 10.000 kilómetros más de lo mismo, bueno el sol no lo están tomando, sí las copas. Entonces, ¿qué rollo nos llevamos en España con lo de los cementerios que los hacemos lo más lejos que podemos?


Y para el aeropuerto, que esperan unas chuletillas de ternasco y el vaso de vino...

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