





La agencia metereológica había determinado que la floración oficial del cerezo en Tokyo había sido hace seis días. Parece que habían salido varios funcionarios con uniforme a contar las flores abiertas en los cerezos y cuando comprobaron que había al menos una docena de media, habían informado que YA.
Y empieza la temporada de picnic debajo de los cerezos, aunque nieve.

Suena a poema de Bertolt Brecht en una cervecería.
Me acordaba del cementerio donde está enterrado Kierkegard en Copenague. La gente se iba a pasar la tarde a tomar el sol entre las tumbas. Aquí, a más de 10.000 kilómetros más de lo mismo, bueno el sol no lo están tomando, sí las copas. Entonces, ¿qué rollo nos llevamos en España con lo de los cementerios que los hacemos lo más lejos que podemos?
Y para el aeropuerto, que esperan unas chuletillas de ternasco y el vaso de vino...
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