Asakusa, barrio clásico, después de haber visitado Kamakura queda como poca cosa. No merece mucho la pena. El templo famoso está en obras y el andamio tiene su aquel:
Luego las calles de los alrededores, según los folletos, los restos del antiguo Edo:
Y nada, Yamanote hasta Tokyo, estación central. También en obras, vaya.
Palacio Imperial (+). No te dejan pasar a muchos sitios y además estando en obras, a menos. Aquí, el tamaño es lo que importa:
Al lado del palacio están las zonas de ministerios y organimos oficiales con edificios con cierto aire europeo.En metro hasta Omotesando.
Callejeando por Takeshita Dori, el centro de referencia de todo el movimiento adolescente de Tokyo, llegar hasta Harajuku. Una de las cosas que tenía ganas de ver es toda la movida cosplay que se organiza por esta zona los domingos. Pero me dijeron que si llueve o hace malo no hay mucho que ver. Y llovió. Pero, vamos, seis días en Tokyo te dan paa encontrarte cualquier cosa en cualquier sitio por lo que me fui servido.
Perdiendo el tiempo, vuelta a andar hasta Shinjuku y así como perdiéndose, el CENTRO NACIONAL DE TEATRO NOH (+) y cruzando por debajo de las vías, el parque SHINJUKU GYOEN (3+), una belleza, a la altura de los grandes jardines de la ciudad y que en las guías como que no, pero sí. Me paso la tarde, es lo único con color del día...
Caminar hasta SHINJUKU, el Tokyo de los neones y de las tiendas. El mundo gris.
Y al hotel, a preparar la maleta.
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