07.1 Camino de KYOTO

Tren bala. Unos quinientos kilómetros, hasta Nagoya (¿trescientos y pico?) no dejamos de ver casas y casas y casas.
Muchos japoneses en Japón.

Compañeros de viaje. Empiezan a parecer monjes budistas por todos sitios.

El amanecer de la práctica:


La oficina de turismo de Kyoto está en la segunda planta y conviene pillar el ONE/TWO DAY PASS (Y1200 o Y2000) y moverse en autobuses, es una gozada. Con el pase te dan un plano de los autobuses donde te indican lugares turísticos y ha sido nuestra guía de referencia. Las paradas se anuncian y si hay algo que ver te lo dicen en inglés.
En los autobuses se paga cuando sales. Si es urbano la tarifa (sin pases especiales) es cara Y220.
Si coges el metro: metes la pasta y se te iluminan los displays de los billetes que puedes pagar y hay que apretar EL DISPLAY no el botón de arriba. A un australiano y a nosotros nos llevó entender esto unos quince minutos.

Nos instalamos en el Hotel Sugicho en una habitación enorme en plan japonés. Una gozada. Muy cerca de la zona de templos del este, de la zona vieja, Gion, etc. Después del chasco de Tokyo, con este hotel acertamos (para lo que es nuestro gusto).

Salgo a callejear.
Cerquita del hotel ((Tominokoji dori) está la zona comercial de Teramachi con la que se cruza el mercado tradicional de Nishiki (2+), que me gustó mucho, y resultó ser el sitio donde hice la compra todos los días.

Cerca de la estación un peazo templo: Higashihongaji (+):


Y la estación e Kyoto (2+) un delirio de arquitectura moderna.
Desde la estación la torre esta:

Finalemente un café en un Starbucks en Karusama Dori, frente al Hotel Monterrey. Independientemente de que solo en esta cadena he encontrado café expreso a mi gusto (de sabor intenso, nada de aguadas americanas), en este local hay una cristalera que da a un templo y te sientas como el que mira por un balcón y se pasa la tarde...


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