03.1 NIPPORI, UENO, AKIHABARA

Primera acción comprar un paraguas, por supuesto transparente.
Así se ve la ciudad desde el paraguas.


Primera parada NIPPORI.
Concretamente el cementerio YANAKA (2+). Que merece la pena visitar. Vimos un rito funerario oficiado por un sacerdote Nichiren y me parecía muy tántrico.
Pasear por este mar de tranquilidad.

En el cementerio está el templo TENNOJI (2+). Es Nichiren.

Resumen rápido de las manifestaciones religiosas en Japón.
Por un lado la religión chamánica original: SHINTOÍSMO.
Por otro la importada (hace casi 1500 años): BUDISMO.
Dentro del budismo está la forma, posiblemente, más antigua de la adaptación del budismo a China, el TENDAI, y un desarrollo muy propio de Japón iniciado por NICHIREN; luego hay un budismo más devocional (TIERRA PURA); la expresión Mahayana del budismo en Japón más "conocida" en occidente: ZEN (RINZAI y SOTO) y finalmente el budismo tántrico SHINGON.
También hay iglesias cristianas y versiones modernas de cualquier mezcla de todo lo anterior.

Cruzamos Yanaka, somos los únicos occidentales. En dirección sur, callejeando, en cinco minutos estamos en UENO, sólo hay que seguir las mangas de este kimono.


Después de haber estado una semana en Tokyo, si vuelvo, montaría mi base de operaciones en UENO.
Ya está.
En el parque tienes el MUSEO NACIONAL DE TOKYO (3+) en el que había una retrospectiva de uno del os más grandes artistas japoneses de todos los tiempos, HASEGAWA TOHAKU, cuyos biombos sobre "Pinos en la niebla" son una de las cosas más impresionantes que nunca haya visto. Se expusieron en Madrid hace unos quince años. Y si te gusta el arte, es algo que hay que ver. En primavera 2010, esta exposición estará en Kyoto.

En frente del Museo hay mostradores donde se dan comida a los desempleados y sin hogar. La crisis ha dado fuerte en Japón. Es muy impactante ver las colas, perfectamente organizadas (las colas las inventaron los japoneses, no los ingleses), de gente que espera recibir un cuenco de sopa de miso con tofu y algún vegetal. Llueve a mares y la expresión de toda esta gente es algo difícil de explicar. Los japoneses son orgullosos (especialmente los hombres) y parece que el registro de la resignación lo tienen como olvidado, pero hay la vivencia de un fracaso, y estar fuera de algo, de un sistema o una organización a la que te has entregado renunciando a tu individualidad y ahora ni organización ni orgullo, tal vez ni derrota. No te dejan hacer fotos, yo lo supe porque me reprendieron después de hacerlas. Tienen razón...
Hay que estar una mañana viendo esto.


Saliendo del parque UENO, hacia el Sur por CHUO DORI.


Los cerezos no están en flor pero si hay ciruelos y otros árboles.

En Tokyo sólo las grandes avenidas tienen nombre. Las direcciones funcionan por distritos y números de manzanas y números en las manzanas (no así en Kyoto o Kanazawa). Hay letreros que te indican en qué número de manzana estás y, bueno, de primeras es un poco lío.
Pero las grandes avenidas o al menos las calles que cruzan varios distritos sí tienen nombres y esta es Chu Dori y es muy larga.
Lleva a Akihabara.
En la acera de la izquierda hay un gran almacén y en sus sótanos, como en todas estas superficies, está en DEPACHIKA, que no es más que una gran tienda con puestos de comida preparada (también la hay que no) y es una de las opciones más interesantes para comer bien y barato en Tokyo.
Comer de restaurante NO es caro. Pero no siempre tienes ganas de sentarte en uno y te puede apetecer comer en el hotel en pijama. Si esta es la alternativa, no hay duda: comprar en un depachika.
El que hay en Chuo Dori, cerquita del parque de Ueno, es una pasada, aunque me gusta más el que hay en la estación de Ikebukuro.

Cruzando Cho Dori está una gran avenida que se llama Kuramaebashi Dori. A la derecha por la acera de la izquierda a 500 metros del cruce, unas escaleras te llevan a un templo shintoísta muy bonito KANDA MYOJIN (2+).


Donde es fácil que te encuentres con alguna boda shinto que son bastante bonitas.
Justito al lado hay un ¿templo? confuciano (+) No sabía que hubiera templos confucianos, pero este está ahí.
Las pruebas: Sr. Confucio, aquí unos amigos:

Volviendo a Chuo Dori, siguiendo al sur: AKHIHABARA.
Paraíso del Manga, de la electrónica, de los videojuegos y todas esas historias.



¿Qué llama la atención?
Lo primero es lo de las señoritas vestidas de camareras que te ofrecen publicidad de bares en las que te sirven otras susodichas y en las que se establecen relaciones de sumisión con las mismas: "Si mi amo", "¡Uy! No ¿Como me trata usted" Caídas de ojos y pendejadas por el estilo. Cosa que a los hombres japoneses les va. Aquí hay para escribir un libro. Deben pasarse el día tragando de un jefe samurái que los pone en el sitio y cuando tienen oportunidad siguen en la correa de transmisión sintiendo el placer de hacer lo mismo con, ¡vaya!, una pobre doncella. Eso sí pagando.
No se, no lo veo o soy muy viejo.
Segundo: el manga, concretamente la versión erótica. Tetas grandísimas, ojos grandísimos y los genitales inexistentes (la ingesta de clembuterol genera estas deformidades). Y el mismo rollo de sumisión. Las señoras con un aire infantil, sumiso y los señores en plan dominante e incluso violento. En Europa eso sería apología de la corrupción de menores. ¿Soy muy carca?
No se, pero si sé es que a los japoneses este rollo les va.
Tercero. Electrónica. Una pasada. Hay cacharros ahí para montar una estación espacial. Y puestos de estos a patadas. Además de los de juguetitos y consolas y etc.


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